lunes, 10 de diciembre de 2012

Payasadas Trágica.

Enrique Jude Jude Taboada,

Es arte un arte poco usual, Juan de dios pesa poeta mexicano dedico una poesía aquellos seres que ríen llorando, Steven King los pinta como monstros asesinos come niños, Los vemos en Texas en los rodeos arriesgando la vida como un vaquero, los vemos en la TV gastando bromas, los vemos en escuelas como súper héroes incognitos, Los vemos elegantes de Venecia, los juglares de la edad media,  son indispensables en los circos, en los autobuses, en las plazas, en las fiestas infantiles. Señoras y señores Los Payasos.
Acto 1
Es el payaso en esta vida
A quien dios destino a sufrir
Pues tiene que hacer reír
Aunque tenga su alma herida
Con su sonrisa fingida
Tiene mucho que ocultar
Y si el payaso pudiera hablar
Y contar sus amarguras
Hasta las almas mas duras
Podrían con el llorar.
Personajes: un payaso, una banca, su recuerdos.
Hola, la cama hoy esta un poco fría, esta banca que llevo años utilizando como dormitorio, mis manos mueren de frio, el maquillaje, esa pintura platica blanca que cubre mis cicatrices, mis lagrimas, mis heridas, saco el espejo del bolso de mi traje de vagabundo,  que no es mas que mi propia ropa.
 ¿Quién esta detrás del maquillaje? ¿Quién es chispita? ¿Dónde quedo su mundo? La noche se acerca y solo hoy saque para un tamal y un atole, la gente te piensa alegre, pero no eres mas alegre que un desgraciado, el arte de reír mientras lloras no cualquiera lo cumple, a veces me pregunto ¿Qué será un día sin payasos?
El primer recuerdo llega en forma imprevista, viene sentado de inocencia, es un  niño, ese niño soy yo, cuando la inocencia controlaba tu vida, cuando aquellos momentos se hacen sorprendentes de mi bolso saco un globo, lo inflo con el poco aire caliente de mis pulmones, con la destreza de un ciego y sin dejarme de ver hago un perro, entonces mi recuerdo sonríe, mi yo niño sabe que ese es un león,   que ese león lo protegerá cuando a los quince días después de la navidad su madre morirá cruzando la  calle atropellada por un borracho, el payaso será su ultimo recuerdo alegre, mi primer recuerdo se va, como se va el pasado, me recuerdo me deja un pedazo de su chocolate el frio arrecia mis manos se congelan, mis pies se adolecen.
Saco el periódico, con mucho cuidado comienzo a meterlo entre mi ropa, es mi pijama térmica, dejo solo la parte principal La leo Presos políticos en el siglo XXI, tendré que actualizar un chiste nuevo en mi dinámica de mañana, la sátira de la vida, son los mejores chistes del desgraciado y del pobre, y es que  tan poco le queda que aprovecha su desgracias para reírse, pero ¿a quien veo?  Es mi recuerdo de yo adolecente, el no se siente me ve, temo que se reconozca, temo que cambie mi presente, se me queda mirando, de su bolsillo saca unas monedas, me las da en la mano, yo me detengo de mi bolsa saco un dulce, no hablamos con palabras pero nuestras acciones describen las intenciones, me sonríe, se que me recuerdo ese día encontrara al amor de su vida, le dará el chocolate que le di, le hará el día y ella y ella.
Las doce de la noche, la gente corre pero viene un recuerdo, soy yo el payaso, el famoso payaso que llenaba circos, a mi lado un hombre rico se sienta, un hombre fuerte, lleno de alegrías y de bendiciones, no me sonríe, el recuerda mi primer recuerdo y yo recuerdo el recuerdo de mi lado, me comienza una historia que me la se bastante bien, me cuenta la dicha de su esposa embarazada, y la gran bendición que venia, lo felicite, de su saco me daba una tarjeta, la misma que conservo en mi saco viejo y roto de mi saco como recuerdo del hombre que fui, se levanta mi recuerdo se va.
Comienzo a llorar, el ultimo recuerdo de mi vida, la noche que mi esposa murió dando a luz, y esa luz también se apago, mi mundo se cerro comencé a beber, deje la casa tan llena de soledad que no hubo espacio para mi, mi  padre había muerto años atrás de cáncer, ahora me quedaba solo, me abandone a mi mismo,  el frio me hacia penar, la pena me iba dejando dormido, mis recuerdos se habían ido, ya no era yo, solo quedaba el hombre, en la banca el maquillaje la mascara de alegría que disfraza la comedia con sus chistes y payasadas,
en la banca la nariz roja callo, una mano fría colgó, la muerte al payaso se llevo, la desgracia es un chiste del cual todos reímos, pero de verdad merece la pena reír llorando, por la fantasía del payaso de salvar al mundo del mal humor.
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© D. R. CEM,  Enrique Jude Jude Taboada,

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