Desde tiempos ancestrales se colocaban flores de cempasúchil, blancas o aterciopeladas, cirios, incienso; para indicar el camino a las almas que vienen a disfrutar de la ofrenda en su honor.
Para dar sentido de pertenencia a la ofrenda, se deben integrar objetos personales como la ropa que vistío el difunto y su retrato.
Una ofrenda, desde los símbolos iconográficos, consiste en la colocación de flores, incienso, frutas y comida, así como la colocación artículos personales de los difuntos.
En éste caso, la "primera ofrenda", se realiza a un año del fallecimiento de la persona. Los compadres, ahijados y personas que conocían al fallecido, llevan una chiquihite o canasta compuesto de pan de muerto, fruta y cosas que le gustaban al difunto, además de flores de cempansuchil y una cera, indicando con esto que la luz que les dan con que alumbrar su camino en el mundo de las sombras.
Para dar sentido de pertenencia a la ofrenda, se deben integrar objetos personales como la ropa que vistío el difunto y su retrato.
Una ofrenda, desde los símbolos iconográficos, consiste en la colocación de flores, incienso, frutas y comida, así como la colocación artículos personales de los difuntos.
En éste caso, la "primera ofrenda", se realiza a un año del fallecimiento de la persona. Los compadres, ahijados y personas que conocían al fallecido, llevan una chiquihite o canasta compuesto de pan de muerto, fruta y cosas que le gustaban al difunto, además de flores de cempansuchil y una cera, indicando con esto que la luz que les dan con que alumbrar su camino en el mundo de las sombras.

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