Las Brujas.
En las comunidades Tlaxcaltecas del Volcán Matlatlcueyetl,
existe la creencia de que existen las brujas chupadoras de sangre,
Tlaltelpulchis o Tlahuelpulchis. Su conversión a una forma de guajolote,
pero que también aparecen como bolas de fuego que se deslizan por los
aires. La
creencia sobre las brujas chupasangre está vinculada a la concepción del
cuerpo y del alma. El término bruja para estas hechiceras, se
impone como creencia para matizar la figura de las cihuateteos, mujeres
que morían en el parto y que en una de sus variantes, las que nacían en
el día ce ehecatl tendrían el poder de desarticular la parte inferior de
sus piernas y luego las cambiaban por patas de ave, lo que les daba la
posibilidad de volar por los aires (Ojeda Díaz, 2008).
La Matlatlcueyetl. |
Esta distinción en la transformación es lo que determina el poder de
las brujas con respecto al nagual pues mientras éste solo se transforma
en animal una sola vez, la bruja tiene la capacidad de hacerlo en
diferentes formas de ave o bola de fuego a una entidad vaporosa, luego a
ave con rostro humano. Sin embargo, la transformación ha sido señalada
como parte de la identificación del nagüalismo en mesoamérica[1].
En reuniones familiares, se comenta que son mujeres perversas, tienen pacto con el demonio, por eso
atemorizan a las personas sobrevolando los montes, se cuenta que las brujas durante la noche, salen convertidas en bolas de fuego y brincan de cerro en
cerro, a veces chocan y forman llamas en resplandor, se preparan para buscar niños recién nacidos, supuestamente
para chuparles su sangre.
Por otra parte, algunas personas, aseguran que: "las brujas reciben ahora, por los adelantos de la civilización, el
nombre de ovnis, no obstante, las personas que viven distantes de las ciudades..., rechaza categóricamente la nueva
denominación."[2]
Existen También remedios contra este tipo de entes; brujas o nagüales. p. e. Las madres de los bebes cierran todas las ventanas y ponen una tijera
abierta debajo de los colchones de los niños, porque existe la creencia
de que con eso ya no se acercan a la casa. Otra es que si se avista una bola de fuego como las que se mencionan aquí, hay que ponerse la ropa interior al revés y, si se va caminando por un sendero o camino, basta clavar una objeto con filo en él para que las brujas o nagüal queden estáticos. El mito está tan extendido que en ocasiones, aparecen noticias y leyendas sobre ello, por ejemplo, LAS MATÉ PORQUE ERAN BRUJAS[3] o El señor que vivio con una bruja.[4]
Las bolas de fuego, es uno de los fenómenos mas raros de la naturaleza, tan raro que durante años se dudo de su existencia, este es el "relampago de bola", era tan extraño, que pareecia inexistente, un mito, apareció en muchas mitologías, Kugelblitz, brujas, Balls of Fire y el Obayifo. Aparecían repentinamente o flotaban en el cielo, se ha podido dar pruebas de su existencia, darle una explicación.
Se han visto en cercania de tormentas, por lo que es muy posible que sean semejantes al relámpago, aunque ningún fenómeno eléctrico conocido es identico a este, incluso se ha comprobado en el laboratorio, es que son bolas de plasma, estables temporalmente, ligeras y posiblemente propulsadas por una fuga en la pared isostática[6].
Las bolas de fuego, es uno de los fenómenos mas raros de la naturaleza, tan raro que durante años se dudo de su existencia, este es el "relampago de bola", era tan extraño, que pareecia inexistente, un mito, apareció en muchas mitologías, Kugelblitz, brujas, Balls of Fire y el Obayifo. Aparecían repentinamente o flotaban en el cielo, se ha podido dar pruebas de su existencia, darle una explicación.
Se han visto en cercania de tormentas, por lo que es muy posible que sean semejantes al relámpago, aunque ningún fenómeno eléctrico conocido es identico a este, incluso se ha comprobado en el laboratorio, es que son bolas de plasma, estables temporalmente, ligeras y posiblemente propulsadas por una fuga en la pared isostática[6].
Existen
muchos relatos sobre éstos seres, en diferentes lugares del altiplano
mexicano, aquí se expondrán algunos de ellos.
1. En la
población de Carmen Tequexquitla,
El Carmen Tequexquitla
que se encuentra en los límites del estado de Tlaxcala, narran que de niños y
adolescentes veían con frecuencia pasar las brujas por su casita de paja
a un lado de un maizal. Donde Una persona conocido como "Chava", menciona que; "Recuerdo
que en determinadas noches unas bolas de fuego,
Bolas de fuego
las auténticas brujas,
bajaban y subían de un cerro cercano, permanecen en lo
alto unos minutos, luego, a gran velocidad se dejan caer del cerro, asustándonos a todos, son muy malas, pues muy seguido le sacan la sangre a los
recién nacidos dejándolos totalmente secos, como disecados. Otras veces
se los llevan y ya no los devuelven."
El Carmen Tequexquitla
Finalmente dijo con seguridad, que cierta vez que partió de cacería con unos compañeros por la llanura semiárida que rodeaba el campo que cultivaba el papá, al llegar a una laguna apareció ante el grupo de amigos una bruja. "Como masa brillante de color rojo, despidiendo lumbre, pasó cerca de nuestras cabezas haciendo que nos tiráramos al suelo. Al levantar el vuelo, se dirigió a las aguas. Yo valientemente me incorporé y la seguí, aumentando mi sorpresa al ver que subía al ras de un montículo para atravesar el lago casi rozando la superficie y, cuando creí se estrellaría con el borde, lo esquivó ágilmente para luego perderse en el cielo". Era de noche, cerca de las doce. No había nubes y la Luna permitía observar cuanto ocurría.
2. En la ciudad de Atlixco Puebla, existe ésta leyenda,
Todas las madres rezaban cuando
llegaba la noche; se santiguaban, oraban para que las bolas de fuego que se
observaban desde lejos en el cerrito de San Miguel no volaran cerca de sus
casas, se persignaban y persignaban a sus criaturas, niños de cinco años hasta
los recién nacidos que eran los favoritos de las desagradables y feas brujas…
Todos se encerraban desde las
ocho de la noche por miedo a toparse con una de ellas, se decía que llegando la
noche se quitaban las piernas, las acomodaban a un lado de la hornaza del fogón
y se ponían las patas de un guajolote, luego se arreglaban el pelo para no
estar tan feas y se subían en escobas hechas con ramas secas y salían volando
por las puertas o ventanas; al llegar al cerro de San Miguel,
Cerro de San Miguel en Atlixco |
se juntaban y
esperaban que llegaran mas para lanzarse al vacío desde la plazuela que está al
pie de la escalera de piedra,
pues no podían subir mas cerca de la
capilla; y casi cuando llegaban al suelo, se prendían como bola de fuego para
comenzar a volar por dos o tres horas, tratando de oler o ver una buena carnada
de niños u hombres tomados, o enamoradizos.
Jardín Fray Toribio de Benavente, antes: Plazuela de San Francisco. |
Las mamás después de acostar a
sus hijos en sus petates cerraban las ventanas y puertas bien atrancadas,
colocaban sus veladoras cerca de sus santos y después de orar, sacaban cruces
de ocote, de estacas y tijeras cruzadas para ponerlas cerca de las puertas,
bajo el petate y la almohada para proteger a los niños de las brujas chupadoras,
porque cuando no encontraban obstáculos, llegaban y chupaban la sangre del niño
en el cuello o en un pie hasta dejarlo casi muerto…la gente del pueblo ya no
subía al cerro después de las 9 de la noche… aún después del paso de muchos
años, todavía se llegó a ver el cansado vuelo de una bola de lumbre por las
laderas del “cerrito”, como señal de que
las brujas todavía quieren seguir “chupándonos”… la sangre.
Referencias:
[1] http://www.elcuartodeguerra.com/index.php/local/52-tlaxcala/2559-conferencia-qnagualismo-y-brujeria-en-tlaxcalaq-se-impartira-el-viernes-en-nuevo-horario.html
[2] http://lrrelvalordeser.blogspot.mx/2010/09/acoso-de-brujas-en-tlaxcala.html
[3] http://agendatlaxcala.com/index.php?nota=la-mate-por-bruja
[4] http://www.mitos-mexicanos.com/leyendas-de-terror/el-seque-vivio-con-una-bruja.html
[5]http://gruposdepoderyviolencia.bligoo.com.mx/media/users/18/932099/files/237944/interpretaci_n_antropologia_de_las_brujas.pdf
[6] http://platicandodefisica.blogspot.mx/2013/03/bolas-de-fuego.html
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