Enrique Jude Jude Taboada,
Es arte un arte poco usual, Juan de dios pesa poeta mexicano
dedico una poesía aquellos seres que ríen llorando, Steven King los
pinta como monstros asesinos come niños, Los vemos en Texas en los
rodeos arriesgando la vida como un vaquero, los vemos en la TV gastando
bromas, los vemos en escuelas como súper héroes incognitos, Los vemos
elegantes de Venecia, los juglares de la edad media, son indispensables
en los circos, en los autobuses, en las plazas, en las fiestas
infantiles. Señoras y señores Los Payasos.
Acto 1
Es el payaso en esta vida
A quien dios destino a sufrir
Pues tiene que hacer reír
Aunque tenga su alma herida
Con su sonrisa fingida
Tiene mucho que ocultar
Y si el payaso pudiera hablar
Y contar sus amarguras
Hasta las almas mas duras
Podrían con el llorar.
Personajes: un payaso, una banca, su recuerdos.
Hola, la cama hoy esta un poco fría, esta banca que llevo años
utilizando como dormitorio, mis manos mueren de frio, el maquillaje, esa
pintura platica blanca que cubre mis cicatrices, mis lagrimas, mis
heridas, saco el espejo del bolso de mi traje de vagabundo, que no es
mas que mi propia ropa.
¿Quién esta detrás del maquillaje? ¿Quién es chispita? ¿Dónde quedo
su mundo? La noche se acerca y solo hoy saque para un tamal y un atole,
la gente te piensa alegre, pero no eres mas alegre que un desgraciado,
el arte de reír mientras lloras no cualquiera lo cumple, a veces me
pregunto ¿Qué será un día sin payasos?
El primer recuerdo llega en forma imprevista, viene sentado de
inocencia, es un niño, ese niño soy yo, cuando la inocencia controlaba
tu vida, cuando aquellos momentos se hacen sorprendentes de mi bolso
saco un globo, lo inflo con el poco aire caliente de mis pulmones, con
la destreza de un ciego y sin dejarme de ver hago un perro, entonces mi
recuerdo sonríe, mi yo niño sabe que ese es un león, que ese león lo
protegerá cuando a los quince días después de la navidad su madre morirá
cruzando la calle atropellada por un borracho, el payaso será su
ultimo recuerdo alegre, mi primer recuerdo se va, como se va el pasado,
me recuerdo me deja un pedazo de su chocolate el frio arrecia mis manos
se congelan, mis pies se adolecen.
Saco el periódico, con mucho cuidado comienzo a meterlo entre mi
ropa, es mi pijama térmica, dejo solo la parte principal La leo Presos
políticos en el siglo XXI, tendré que actualizar un chiste nuevo en mi
dinámica de mañana, la sátira de la vida, son los mejores chistes del
desgraciado y del pobre, y es que tan poco le queda que aprovecha su
desgracias para reírse, pero ¿a quien veo? Es mi recuerdo de yo
adolecente, el no se siente me ve, temo que se reconozca, temo que
cambie mi presente, se me queda mirando, de su bolsillo saca unas
monedas, me las da en la mano, yo me detengo de mi bolsa saco un dulce,
no hablamos con palabras pero nuestras acciones describen las
intenciones, me sonríe, se que me recuerdo ese día encontrara al amor de
su vida, le dará el chocolate que le di, le hará el día y ella y ella.
Las doce de la noche, la gente corre pero viene un recuerdo, soy yo
el payaso, el famoso payaso que llenaba circos, a mi lado un hombre rico
se sienta, un hombre fuerte, lleno de alegrías y de bendiciones, no me
sonríe, el recuerda mi primer recuerdo y yo recuerdo el recuerdo de mi
lado, me comienza una historia que me la se bastante bien, me cuenta la
dicha de su esposa embarazada, y la gran bendición que venia, lo
felicite, de su saco me daba una tarjeta, la misma que conservo en mi
saco viejo y roto de mi saco como recuerdo del hombre que fui, se
levanta mi recuerdo se va.
Comienzo a llorar, el ultimo recuerdo de mi vida, la noche que mi
esposa murió dando a luz, y esa luz también se apago, mi mundo se cerro
comencé a beber, deje la casa tan llena de soledad que no hubo espacio
para mi, mi padre había muerto años atrás de cáncer, ahora me quedaba
solo, me abandone a mi mismo, el frio me hacia penar, la pena me iba
dejando dormido, mis recuerdos se habían ido, ya no era yo, solo quedaba
el hombre, en la banca el maquillaje la mascara de alegría que disfraza
la comedia con sus chistes y payasadas,
en la banca la nariz roja callo, una mano fría colgó, la muerte al
payaso se llevo, la desgracia es un chiste del cual todos reímos, pero
de verdad merece la pena reír llorando, por la fantasía del payaso de
salvar al mundo del mal humor.
© D. R. CEM, Enrique Jude Jude Taboada,
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